Lo recordaremos como lo que siempre fue: ¡Un grande!. Esas fueron las palabras de Juan Sebastián Aragón al describir a Luis Fernando Montoya un día después de conocer la noticia de su fallecimiento. Un adjetivo que solo podría concederse a uno de los mejores actores de Colombia.

Desde niño, Montoya sabía que lo suyo era la actuación. Muy joven ingresó al Teatro Popular de Bogotá con el fin de aprender a interpretar personajes dramáticos y difíciles de caracterizar. Con el pasar de los años y la experiencia adquirida en las tablas, participó en obras de grandes dramaturgos como Shakespeare, Jean Genet y Arthur Miller.

Aunque su talento era inigualable, su galantería y “voz profunda” eran parte de un conjunto de cualidades que lo distinguían de los demás, permitiéndole obtener papeles en telenovelas y series — más de 35 — como Los cuervos, Los Victorinos, El zorro, Pero sigo siendo el rey, Las aguas mansas, Padres e hijos, El Capo y por último en su repertorio, el papel de Guillermo Soto en la serie Hermanos y Hermanas (2017). En cine, participó en películas como La estrategia del caracol, Buscando a Miguel y Esto huele mal.

Hablar de Luis Fernando es recordar su fraterna amistad con dos destacados actores: Diego Álvarez (1954 - 1933) y Jorge Emilio Salazar (1953 - 1992). Los tres, “tremendamente talentosos” como lo dijo Consuelo Luzardo en su testimonio para el video homenaje dedicado a Jorge Emilio en la pasada Asamblea General 2018. Montoya fue el último de ellos en emprender el viaje sin regreso; pero con la tranquilidad de haber vivido intensamente hasta el final de sus días, entendiendo sus aciertos y errores, para vivir feliz y motivado por el amor a su nieto Cantave e hijas Rossana y Manuela.

Con el pasar de los días, Colombia entera manifiesta sus condolencias y mensajes de admiración por uno de los actores más importantes del cine y la televisión colombiana. Su coterráneo Alejandro Tamayo, consejero de la Sociedad, dijo lo siguiente en este afectuoso video:

Actores Sociedad Colombiana de Gestión expresa su total agradecimiento a Luis Fernando Montoya y a todos los actores que han hecho posible la existencia de una Sociedad de Gestión Colectiva como la nuestra. A partir del recaudo recibido, en reconocimiento al talento de los artistas intérpretes audiovisuales, es posible el desarrollo de programas de Bienestar Social con el fin de mejorar la calidad de vida de nuestros socios.

Siempre en nuestros corazones.

Q.E.P.D.